El descenso de lahares y la acumulación de restos de material volcánico en el cauce del río Mazate preocupan a vecinos de Siquinalá, Escuintla, ante una eventual crecida.

Por Ana Valdez
En palabras de Amalia Orellana, el domingo y lunes 25 y 26 de mayo “fueron días de agua, mucha agua”. Ella es vecina de Siquinala, Escuintla. Después de vivir fuera del país regresó hace menos de un año y en este tiempo le tocó ver cómo su casa y otras 150 se vieron afectadas por el río Mazate.
Las correntadas dañaron dos puentes: el que comunica el centro del municipio con la colonia El Milagro, y el que conecta a Siquinalá con Santa Lucía Cotzumalguapa. Sin previa cita, los vecinos fueron donde su alcalde, Daniel González Jiménez, quien los atendió y respondió con trabajos de reparación.
“Pero eso que hicieron no sirve, no tiene ni los materiales ni los cimientos adecuados”, indicó Orellana. Por esa razón saldrán a bloquear este jueves 5 de junio (2025) desde las 8:30 de la mañana en la entrada de Siquinalá que conecta con la autopista. “Contamos con una carta de la Gobernación Departamental que nos autoriza de 24 a 48 horas para protestar de manera pacífica”.
Desde el martes 3 de junio, los vecinos observan la presencia de más unidades y agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) en el municipio. “Pero lo nuestro será pacífico, solo queremos que nos resuelvan”, dijo Orellana, una de las vecinas afectadas.
Baja material volcánico
Los vecinos afectados compartieron con Ojoconmipisto fotografías y videos de cuando aumenta del cauce y arrastra restos de material volcánico. Al consultar al Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), Giovanna Pérez, de la sección de Hidrología, indicó que el último boletín emitido por el descenso de lahares en la zona data del 26 de mayo (2025).
Sin embargo, aclaró que aún siete años después de la tragedia del volcán de Fuego (en 2019), “hay todavía mucho material acumulado en la zona desde entonces, no descenderá con una sola lluvia sino de manera gradual”.

El boletín al que se refiere Pérez advertía que las lluvias podrían provocar el descenso de lahares de la barranca del río Cenizo y otras del volcán de Fuego. Desde entonces se advirtió de dar aviso a las colonias Las Palmas, San Vicente, Los cimientos, El Capulín y el área urbana de Siquinalá.
En días posteriores a la alerta del 26 de mayo, no generaron otra. Pérez explicó que mucho del material que desciende de las barrancas aledañas al volcán, queda depositado en el cauce del río. “Es posible que ese incremento que los vecinos observan de deba a esto y no necesariamente al descenso de lahares”.
Y agregó que no necesariamente es que haya más cantidad de agua sino la misma en un espacio menor. “Sucede que el material desciende con facilidad en los terrenos que tienen pendientes inclinadas, pero queda depositado en los lugares planos”.
Protestarán para ser escuchados
De acuerdo con el meteorólogo, César George, mayo siempre es el primer mes lluvioso del año. En septiembre se intensifica.
En respuesta a los vecinos inconformes, en redes sociales de la municipalidad de Siquinalá publicaron fotografías de los trabajos realizados en las bordas del río Ceniza con el fin de mitigar el impacto de las crecidas. Obras en las que Orellana y otros vecinos desconfían de su calidad.
Ojoconmipisto intentó hablar con el alcalde, Daniel González Jiménez, pero no respondió a las llamadas. Llegó a la municipalidad con el partido Vamos, este es su primer período.
Esta nota fue posible gracias a una denuncia ciudadana que llegó a los buzones de Ojoconmipisto.