El terreno para construir una planta de tratamiento podría costar más de Q12 millones y debe ser de una extensión no menor a 7.96 hectáreas. Esto, ante un posible cierre del vertedero de AMSA.

Por Julio Sicán
El departamento de Sacatepéquez enfrenta una crisis en la gestión de residuos y desechos sólidos. Dado que el vertedero que opera la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y el Lago de Amatitlán, AMSA está en proceso de cierre técnico, la Mancomunidad de los Municipios del departamento, Mancomusac, acelera el diseño de una planta de tratamiento para darle una solución sostenible a las más de 247 toneladas de basura que se generan todos los días.
Diez municipios de este departamento depositan sus desechos en el vertedero que opera AMSA y el resto tienen vertederos que no son suficientes para recibir toda la basura. De hecho, el de Sumpango ya quedó ya en un área urbana.
El punto de partida es un Estudio de Caracterización de Residuos Sólidos Comunes, que se presentó en febrero de 2023. Su elaboración estuvo a cargo de la empresa Ecored Energía, con el apoyo de las municipalidades y del ejército de Guatemala.
Este análisis técnico, que tomó en cuenta fuentes de producción como viviendas, comercios, mercados y la recolección municipal, proporciona los insumos necesarios para diseñar una planta que permita segregar, procesar y reducir el impacto ambiental de los residuos del departamento.
Una radiografía

Con una población estimada de 40 mil 357 habitantes, Sacatepéquez genera una proyección anual de 88 mil 917 toneladas de residuos sólidos, lo que equivale a 247 toneladas diarias.
El estudio reveló que el 57% de estos desechos son orgánicos, con potencial para ser transformados en compost, una alternativa que permitiría abonar parques y viveros municipales, y reduce el volumen de basura destinada al vertedero.
El 13% corresponde a plásticos, mientras que el 11.2% es papel y cartón, materiales que pueden ser reutilizados o vendidos a empresas recicladoras.
El resto lo componen residuos sanitarios (8.4%), varios (6.4%), vidrio (2.3%), desechos especiales (0.1%), materiales ferrosos (0.3%), no ferrosos (0.4%) y peligrosos (0.9%).mar
Planificación en marcha
Luis Rodríguez, delegado departamental del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), explicó que los resultados del estudio de 2023 sirven de base para diseñar una planta de segregación y disposición final de los desechos sólidos.
El terreno requerido debe contar con al menos 7.96 hectáreas (79,580.54 metros cuadrados) y estar ubicado en un sitio que proporcione las condiciones adecuadas para operar de forma sostenible.
Por su parte, José García, gerente de Mancomusac, informó que ya se cuenta con una asignación presupuestaria de Q4 millones del Presupuesto General de la Nación para el ejercicio fiscal 2025.
Te recordamos esta nota: La cuenta por renovar el vertedero de AMSA va en Q17.1 millones
Los fondos, en espera de transferencia por parte del MARN, serán utilizados para fortalecer las capacidades técnicas de los 16 municipios a través del proyecto Fortalecimiento de las capacidades técnicas de las instancias de gestión ambiental.
“Con este financiamiento, actualizaremos el Estudio de Caracterización de Desechos Sólidos, elaboraremos el Plan Integral de Residuos y Desechos Sólidos (Pirdes), y contrataremos expertos en agua, suelos, bosques y residuos”, detalló.
También se contempla la compra de 16 camiones pequeños, uno para cada municipio, que serán asignados a las Unidades de Gestión Ambiental Municipal para la recolección de los desechos.
Alianzas
La Agencia Nacional de Alianzas Público Privadas (ANADIE) trabaja en un estudio de prefactibilidad para la construcción de la planta. Además, en 2026, se solicitará un nuevo presupuesto —superior al actual— para la compra del terreno, el cual podría costar más de Q12 millones, agregó, García.
Carlos Enrique Cubur, alcalde de Sumpango y presidente de Mancomusac, destacó que del total asignado para 2025, el 40% se destinará a funcionamiento, específicamente al fortalecimiento institucional de las municipalidades, y el 60% a inversión en compra de camiones pequeños.
“Los alcaldes estamos preocupados porque la mayoría de municipios deposita sus desechos en AMSA, y este ya está en cierre técnico. Estamos contra reloj”, advirtió.
Los desafíos no solo son técnicos, sino también culturales. El estudio de caracterización recomienda implementar estrategias permanentes para la separación primaria de residuos en viviendas y comercios y reducir el uso de envases de un solo uso, -plástico y duroport-.
También urge elaborar rutas de recolección diferenciadas por tipo de residuo, para evitar la contaminación cruzada.
La solución a la crisis de los residuos en Sacatepéquez no pasa únicamente por infraestructura, sino por una transformación en la forma en que se concibe la basura.
Mientras se concreta la planta de tratamiento, Ecored Energía, insta a aprovechar los residuos orgánicos para hacer compostaje y construir plantas de transferencia municipales que alivien la presión sobre el sistema actual.
Si los tiempos y compromisos se cumplen, en aproximadamente tres años Sacatepéquez contaría con una planta de tratamiento de desechos sólidos, un paso decisivo hacia un modelo de desarrollo más sostenible y responsable con el ambiente.
Esta nota es producto del Diplomado Fundamentos de la Conservación de la Naturaleza, apoyado por la Fundación Luis von Ahn y Defensores de la Naturaleza, coordinado por Laboratorio de Medios. Los autores son los responsables del contenido.