La municipalidad enfrenta distintos retos para cumplir con el reglamento ambiental vigente desde hace seis meses. La falta de presupuesto es el más importante.

Por Ubaldo Ventura
Mañana, 11 de agosto, se cumplen seis meses de que entrara en vigencia el reglamento del acuerdo gubernativo 164-2021, Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes. Sin embargo, la municipalidad de Sibinal, San Marcos, no lo ha podido llevar a la práctica.
Según Marco Vinicio Velásquez, responsable de la Oficina Municipal de Agua y Saneamiento (OMAS) de Sinibal, se ha avanzado con varios de los requisitos que demanda el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, como la construcción de la planta de tratamiento.
Esta funciona dos días por semana, martes y viernes, y para ello se requiere la mano de obra de empleados municipales. Tuvo un costo de Q2.4 millones que se pagó con fondos del IVA-Paz.

Retos
A decir de Velásquez, se deben superar varios retos para cumplir con el reglamento. Entre estos menciona que el camión recolector de desechos no ha sido acondicionado, por lo tanto no se logra una clasificación correcta de la basurara.
Otro de los factores es que no tienen servicio de recolección en vivienda, solo cuentan con un puesto de acopio cerca al edificio municipal. Aun cuando tienen depósitos para separar los desechos, no todos los vecinos cumplen con clasificarlos de forma adecuada.
Aunado a eso, el personal municipal es limitado, por lo tanto no pueden darle el seguimiento y tratamiento adecuado a los desechos sólidos desde la recolección hasta la disposición final. Este aspecto se relaciona con otro, la poca cantidad de recursos que se asigna al tema ambiental.
Por su parte, el concejal IV Eduardo Roblero, que también integra la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Municipal de Desarrollo, desconoce la cantidad que se asigna a este asunto.
El Portal de Gobiernos Locales registra el rubro “protección ambiental” con un presupuesto anual de Q50,000.

Desafíos
Tanto Velásquez como Roblero coinciden en que uno de los desafíos más grandes que tiene la alcaldía es la publicación y vigencia del Reglamento Municipal para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes. Un acuerdo de esta categoría, indican, incluiría tarifas y sanciones para la población. Sin embargo, normas como esa son rechazadas por los vecinos que se rehúsan a pagar por los servicios municipales.
Según Víctor Orozco, delegado del Ministerio de Ambiente, la municipalidad de Sibinal había estado avanzado en temas ambientales antes que se publicara el Acuerdo Gubernativo. Ya promovía acciones de conservación de bosques y fuentes de agua, licencias ambientales y clasificación de basura.
“Por ser un municipio pequeño, no genera tantos desechos como otros, por eso el tratamiento de la basura ha sido sencillo. Lamentablemente, la publicación del reglamento pasa por ser un tema político. Nadie quiere arriesgarse a tomar decisiones que la población no las acepte, el concejo tampoco”.
A criterio de Orozco, hace falta involucrar a los vecinos para que no tengan una reacción negativa cuando se publique y cobre vigencia el acuerdo municipal.
Velásquez difiere. Asegura que la población conoce el proceso gracias al trabajo que la municipalidad ha hecho con el apoyo de Cáritas y Helvetas. Por esa razón considera que cuando se publique el acuerdo, no será rechazado.

Esta nota es producto del Diplomado Fundamentos de la Conservación de la Naturaleza, apoyado por la Fundación Luis von Ahn y Defensores de la Naturaleza, coordinado por Laboratorio de Medios. Los autores son los responsables del contenido.