El alcalde mixqueño, Neto Bran, provee de cervezas a sus trabajadores durante la hora del almuerzo. Esto tiene consecuencias, explican un abogado laboral y un doctor.

Por Jimena Porres
El 14 de septiembre de 2024, Neto Bran, alcalde de Mixco, publicó en sus redes sociales que cumplía 27 años de no beber. Describió las dificultades que pasó por el consumo de alcohol y el momento donde decidió dejar de tomar. “Agradezco a mis viejos por la paciencia con mi alcoholismo y su inquebrantable fe en mí”, escribió. A pesar de reconocer que esta sustancia dañó su adolescencia, en el presente no tiene problemas en suministrarla a sus empleados municipales, concretamente a los albañiles.
Además de hacer lives para mostrar la entrega de bolsas de verduras a sus vecinos, Bran también comenzó a transmitir la dotación de almuerzos a su personal de recapeo. El alcalde entrega chicharrones, pizzas, pollo frito y almuerzos tradicionales, acompañados de una bebida natural o gaseosa. Esto cambió el 25 de abril cuando incluyó una cerveza como parte del tiempo de comida.
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El Código de Trabajo es claro con respecto a las limitaciones para trabajar bajo la influencia de drogas. El Artículo 7 prohíbe la venta o introducción de bebidas o drogas embriagantes en las zonas de trabajo.
El Artículo 62 prohíbe a los patronos dirigir trabajos en estado de embriaguez; y el Artículo 64 prohíbe a los trabajadores laborar bajo esas condiciones.
Riesgo para todos
“Técnicamente no está prohibido tomar, pero no es algo recomendable”, comentó el abogado laboralista, Juan Pablo Gramajo. Las consecuencias pueden ir desde advertencias escritas, despidos justificados o indirectos, y accidentes.
“Si el patrón no está cumpliendo yo me doy por despedido, porque está poniendo en riesgo mi vida o un buen ambiente laboral”, explicó Gramajo. Con el despido indirecto los trabajadores tienen derecho a cobrar indemnización.
Existe un riesgo tanto para los trabajadores como las personas que circulan por la vía pública. Los empleados que reciben las cervezas son los que recapean las calles de Mixco y utilizan maquinaria pesada. “No es lo mismo si lo hace alguien que llega a la oficina a sentarse a un escritorio o alguien que está maneja maquinaria”, dijo el abogado.
El Reglamento de Salud y Seguridad Ocupacional especifica que en ambientes que posean altas temperaturas, el patrono debe proporcionar agua potable u otra bebida necesaria a los trabajadores.
Un problema social
Para el doctor Erwin Solórzano, la venta, y en este caso, el regalo indiscriminado de bebidas alcohólicas, debería ser una preocupación en el país. De acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Guatemala cada persona consume una media de 8,9 a 10 litros de alcohol puro al año. Este consumo sitúa al país por encima de la media de América Latina y el Caribe (8,4 litros per cápita por año).
El 58% de la población es mayor de 15 años, el 49% está situada en áreas urbanas con bajos ingresos. “El alcoholismo es una enfermedad que afecta no solo al individuo en sí, sino también a la familia y la comunidad”, explicó Solórzano. El alcohol como cualquier droga es potencialmente adictivo. Puede causar intoxicación y contribuye tanto a problemas de salud, como la cirrosis, hasta accidentes de tránsito que terminan en la muerte.
Aunque el alcalde se limite a entregar una cerveza por trabajador el consumo es constante. “Si se bebe poco y de forma continua, los riesgos de la adicción aumentan día con día”, agregó el doctor. Con los obsequios del alcalde, los empleados municipales tienen el pretexto de beber en horario laboral.
“Si le preocupa su población debería hacer campañas de concientización a la sociedad mixqueña sobre este problema”, sugirió Solórzano. El problema puede abarcarlo desde su origen y posterior evolución, hasta lo desastroso que es para el organismo y la sociedad.