El proyecto buscaba ampliar la red de ciclovías en un 135 % respecto a los kilómetros actuales en ocho zonas de la ciudad.
Por Jimena Porres
La Dirección de Movilidad Urbana de la municipalidad de Guatemala solicitó los Estudios de Tipografía y Diseño de la Red de Ciclovías. Su objetivo era diseñar el circuito de ciclovías en ocho zonas de la ciudad: 1, 2, 4, 5, 9, 10, 13 y 14.
El proyecto buscaba aumentar la red de ciclovías un 135 % respecto a los tramos actuales y así alcanzar más kilómetros para 2028. También querían identificar áreas claves para su expansión que asegurara un sistema continuo y conectado para promover la movilidad sostenible en el municipio.
César García, miembro de la asociación BiCiudad, comentó que la nueva infraestructura ayudaría a fomentar el ciclismo urbano. “La que existe es deficiente hasta para los pocos valientes que nos atrevemos a usarla”. Para él la experiencia que tienen las personas que son usuarias de bicicleta en la ciudad es que no existe una red interconectada.
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La alcaldía dictaminó que estas debían estar segregadas, ser de doble vía y contar con franjas de protección como jardineras, bordillos y vallas. Mediante campañas educativas, la alcaldía promovería su uso como “rutas de conexión con los sistemas de transporte público existentes y futuros”.
La municipalidad propuso que el proyecto fuera ejecutado en el corredor central para que funcionara como una alternativa para integrar el transporte masivo. Por eso debía asegurar su integración con los sistemas de transporte público Transmetro y TuBus.
Regresó a evaluación
La junta licitadora que eligió al proveedor estuvo integrada por tres trabajadores municipales: Luis Geovani Paredes Gaytán, José Domingo Monterroso Pérez y Juan Rolando Rosales Marroquín.
El miércoles 13 de agosto decidieron adjudicar la obra al proveedor Peter Domingo Samayoa Ruano, propietario de la empresa Multiservicios del Nororiente. Ya que según la junta “sí cumple con lo requerido en las bases de licitación”. El ofreció la oferta más barata por Q1 millón 499 mil.
El segundo proveedor Armando Fuentes Roca, no presentó fotocopia de la patente de comercio, ni actas de finiquito por estudios realizados durante los últimos cinco años, según el acta de adjudicación.
Dos semanas después, el 27 de agosto, el concejo municipal decidió improbar por tres razones:
- Samayoa Ruano no cumplía con el equipo requerido para realizar el estudio topográfico.
- No especificó si contaba con las computadoras necesarias para procesar esa información.
- No contaba con el software para el diseño de la red de ciclovías.
La corporación municipal recomendó a ambos oferentes subsanar la documentación y hacer una nueva evaluación. A pesar de esta oportunidad, ninguno de los dos cumplió con lo requerido por lo que la junta decidió no concederle el concurso a nadie y este vuelve a aparecer como “en evaluación” en Guatecompras.
Más ciclovías, más ciclistas
García explicó que el ciclismo urbano trae varios beneficios, no solo a nivel personal sino también a nivel social. “Si logramos tener una persona que decida dejar su vehículo motorizado, moto o carro, y utilice la bicicleta, son dos metros cuadrados menos en el tráfico de la ciudad”, explicó. También disminuye la contaminación auditiva, del aire y alivia la congestión de tránsito.
Por otro lado, vuelve menos dependiente a la ciudadanía de los vehículos. Esto provoca menos sedentarismo, mejor salud mental, ahorro de tiempo en los traslados. “Ayuda a crear espacios donde hay mucha más vida social y comunitaria”.
La postergación de crear más alternativas de movilidad es un impacto en el crecimiento de la dependencia a los vehículos motorizados. “Lo que estamos viendo en la municipalidad pareciera que es inclinarse por inducir cada vez más la dependencia de las motos”, explicó. Ya que la municipalidad ha decidido priorizar los carriles exclusivos para estas en distintas zonas de la ciudad.
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“Aunque la municipalidad públicamente dice que su prioridad es el peatón, al final pareciera que hay una apuesta por las motocicletas como posible solución al tráfico”, comentó García. Y es que, si bien ocupa menos espacio, hay un alto nivel de siniestralidad en ese vehículo. “Mientras sigamos dependiendo de ese tipo de movilidad, estos problemas van a seguir aumentando”.
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