El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Mixco se aprobó. En 2026 crearán la dirección para hacer que se cumpla, no mencionan qué presupuesto tendrá.
Por Pilar Rodríguez
La concejal VII de la municipalidad de Mixco por el partido Movimiento Semilla, Cindy Rodríguez, anunció desde sus redes sociales que el municipio ya cuenta con un Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Se convierte en el municipio número ocho en contar con uno.
Jean Roch Lebeau opina que la ausencia de un POT genera discrecionalidad, inseguridad jurídica y dificulta la gestión urbana. Él es ingeniero agrimensor con una especialización en administración de tierras y ordenamiento territorial, y exdirector de Ordenamiento Territorial en la Secretaría General de Planificación (Segeplan).
Crearán dirección
El POT se aprobó de forma definitiva luego de una última lectura enfocada en aspectos estéticos y de redacción. En meses anteriores se había aprobado de manera preliminar y se contrató una consultoría externa para revisar posibles inconstitucionalidades o contradicciones con el marco legal nacional.
Se creará la Dirección de Control y Ordenamiento Territorial, ya que por ahora solo existe como una unidad dentro de la alcaldía. Esta nueva dirección especializada será la encargada de implementar el reglamento. Entrará en vigencia en enero de 2026.
En cuanto al presupuesto y la estructura organizativa de la nueva dirección, esperan los análisis técnicos y financieros correspondientes. La información se presentará ante el Concejo para su aprobación, ya que las modificaciones a realizarse deben pasar por ese proceso formal. El equipo técnico continúa en la fase de reestructuración.
Lebeau considera que esta dirección resulta clave, ya que debe aplicar el reglamento, dar seguimiento al plan, medir impactos y coordinar con otras unidades municipales. Además, puede impulsar planes locales o parciales que adapten la norma general a contextos específicos.
Mixco, recuerda el experto, se convierte en el octavo municipio con este instrumento. A su parecer, su implementación marca un avance importante en la gestión urbana y en la capacidad municipal de ordenar el territorio de forma técnica y planificada.
Socializar por medio de mesas de trabajo
La concejala Rodríguez y el concejal Mario Anderson se opusieron a que la entrada en vigor se retrasara hasta enero, consideran que debía ser ocho días después de su publicación oficial como hicieron otras municipalidades. La propuesta fue rechazada por mayoría en el concejo: aún hacía falta preparación institucional, por lo que se acordó ampliar el plazo.
La socialización del reglamento del POT se realizará a través del Consejo Municipal de Desarrollo (Comude) y mediante la creación de mesas de trabajo. Uno de los aspectos más importantes es que abre la puerta para que los vecinos se organicen y formulen planes de ordenamiento local en sus propias colonias.
Las 18 alcaldías auxiliares jugarán un papel clave en este proceso, junto con campañas de comunicación que permitan explicar el reglamento de manera accesible, dice la concejala.
La importancia del POT
El POT es un instrumento obligatorio según el Código Municipal y, de acuerdo con Lebeau, resulta útil para cualquier municipio, sin importar su nivel de desarrollo.
Permite reorganizar y fortalecer zonas urbanas, proteger áreas ambientales como el Cerro Alux, e impulsar corredores económicos o intervenciones en asentamientos precarios, opina el experto.
Lebeau menciona que la vigencia recomendada suele oscilar entre 12 y 20 años, tiempo suficiente para evaluar sus impactos y adaptar el modelo urbano a nuevas condiciones sociales o ambientales.
Recuerda que, en ausencia de un POT, no existe certeza jurídica sobre qué se puede hacer en cada propiedad. Esto deja espacio a decisiones discrecionales y dificulta la planificación urbana.
Dado que Guatemala carece de un esquema de ordenamiento territorial superior (como existe en otros países), los municipios deben articular sus planes entre sí para garantizar coherencia en la regulación urbana.
El experto explica que el POT no solo organiza el territorio: también vincula los reglamentos de construcción con la planificación general, define parámetros claros para vecinos e inversionistas y permite aplicar sanciones en caso de incumplimiento.