Este último proyecto lo propuso en 2019, pero el ofrecimiento quedó en papeles entregados en mítines de campaña electoral. Lo retoma, pero los aplausos fueron para el metro subterráneo.
Por Isaías Morales
El Encuentro Nacional de Empresarios (ENADE), impulsado por la Fundación para el Desarrollo (Fundesa) se desarrolló el jueves 5 de octubre sin contratiempos. Aunque ocurrió en medio de señalamientos sobre las recientes acciones del Ministerio Público en contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Antes que el presidente electo, Bernardo Arévalo, pronunciara su discurso, le precedió el alcalde capitalino, Ricardo Quiñónez Lemus. Ofreció detalles de lo que espera suceda entre 2024-2028, su segundo período. Uno de los aspectos será promover iniciativas relacionados para compartir alianzas público privadas, reformar la ley de Infraestructura Vial y una última petición que parecía olvidada.
Se trata del AeroMetro impulsada desde la primera su primera campaña en 2019, a pocos meses de la muerte de Álvaro Arzú en abril de 2018, pero no se logró.
La propuesta identificada con el número 5934 quedó estancada tras las primeras dos aprobaciones de los diputados del Congreso de la República. El Partido Unionista disponía de tres diputados para la legislatura 2020-2024 y para esta nueva (2024-2028).
La propuesta fue aprobada por el concejo municipal, una oferta mancomunada entre diferentes empresas.
Quiñónez recordó a los asistentes que aún falta una tercera aprobación. La propuesta ha recibido críticas de parte de diferentes sectores y entre distintos diputados de otros bloques legislativos: esta idea no soluciona de fondo la movilidad para los vecinos que transitan todos los días por la calzada Roosevelt.
El alcalde capitalino pidió apoyo para reformar leyes para las Alianzas Público Privadas, conocida como Anadie. También para la de Infraestructura Vial impulsada por Fundesa. Sin embargo, la que más despertó la atención fue cuando mencionó que apoyaría el proyecto de metro que impulsará el futuro gobierno del presidente electo.
Consiste en la construcción de la primera fase de una línea subterránea entre San Cristóbal Mixco y el Obelisco que costarían al menos Q7.8 mil millones en fondos públicos para la primera fase, según el plan del gobierno del Movimiento Semilla.
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