Guatemala tira y pierde millones de toneladas de alimentos todos los años

Según el Índice de Desperdicio de Alimentos elaborado por la ONU, en Guatemala se desperdician 1.6 millones de toneladas de alimentos año con año.

En Guatemala se desperdician, cada año, más de 1.6 millones de toneladas de alimentos. Foto: Sandra Sebastián

Por Sandra Sebastián 

En Guatemala se desperdician, cada año, más de 1.6 millones de toneladas de alimentos, según el Informe del Índice de Desperdicio de Alimentos de las Naciones Unidas.

Esta cifra equivale a un promedio de 200 libras de comida que cada persona desecha en su hogar.

Además, solo contemplan el desperdicio doméstico y no incluyen los alimentos descartados en restaurantes ni las pérdidas que ocurren a lo largo de la cadena de suministro, debido a la falta de datos precisos. 

¿Desperdicio o pérdida?

Las cifras contempladas en el Indice de Desperdicio de Alimentos de las Naciones Unidas solo contemplan el desperdicio doméstico. Foto: Sandra Sebastián

Aunque a menudo se usan como sinónimos, pérdida y desperdicio de alimentos no son lo mismo. 

Según la definición técnica que establecen organismos como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la pérdida ocurre en las primeras etapas de la cadena, desde la producción hasta la distribución, y se debe a factores estructurales como falta de infraestructura, transporte deficiente o condiciones climáticas adversas. 

En cambio, el desperdicio sucede en los puntos finales: supermercados, restaurantes y hogares, donde los alimentos, a menudo aún aptos para el consumo, se tiran por mala planificación, exceso de compra o normas estéticas. 

Al cierre de 2024, la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) reportó, a través del Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SIINSAN), 28,415 casos de desnutrición aguda en niños menores de cinco años en todo el país, así como 126 fallecimientos asociados a esta condición.

En este año, hasta el 19 de julio, la SIINSAN registra 14,694 casos de niños con desnutrición aguda, y 20 menores que murieron. 

Reducir el desperdicio

Guatemala se posiciona como el mayor generador de desperdicio alimentario en Centroamérica. Foto: Sandra Sebastián

Las comisiones de Desarrollo Social y Finanzas Públicas y Moneda del Congreso de la República analizan la iniciativa 6568, remitida por el pleno, cuyo objetivo es el fomento de la donación de alimentos y reducción de desperdicio alimentario.

La iniciativa busca “establecer un marco jurídico que prevenga el desperdicio y regule la donación de alimentos aptos para el consumo humano, así como de productos de primera necesidad e higiene. 

Además, garantiza certeza jurídica a donantes, donatarios y beneficiarios. Asimismo, propone un incentivo fiscal para fomentar dichas donaciones, con el objetivo de combatir el hambre, reducir el desperdicio de alimentos y fortalecer la seguridad alimentaria en el país”.

Tenemos esta nota: El agua de la ciudad está bajo amenaza constante

“Queremos fomentar la donación de alimentos y evitar que el alimento sea destruido”, señaló  Juan Pablo Ruano, director de Desarrollo en Movimiento, un banco de alimentos que promueve esta iniciativa y que proporcionó datos sobre su funcionamiento a los diputados. 

La organización se dedica a recuperar productos de primera necesidad y alimentos para entregarlos a comunidades vulnerables y organizaciones sociales.

Don't miss out!

¡No te quedes sin enterarte!

Recibe en tu correo nuestro boletín mensual con datos, análisis y fiscalización sobre las alcaldías.

Invalid email address

“En Guatemala se produce mucho alimento, pero cerca de una tercera parte se pierde”, advirtió Ruano.

La organización que representa opera desde hace siete años y recuperó, en 2024, 4 millones 700 mil libras de comida por parte de la cadena de suministro. 

Sin embargo, señaló, que aún no existen suficientes bancos de alimentos en el país para responder a la magnitud del problema.

Pérdida en cadena

El desperdicio alimentario es responsable de entre el 8 % y el 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Foto. Sandra Sebastián

En Guatemala, la gran mayoría de pérdida de alimento ocurre antes de que los productos lleguen al consumidor final, principalmente en las etapas de producción, transporte, fabricación y comercialización, según estimaciones de laorganización Desarrollo en Movimiento.

Son alimentos perecederos y no perecederos. En el caso de los perecederos, como frutas y verduras, el corto tiempo de vida útil representa un desafío. De hecho, la mayoría de las donaciones que recibe este banco de alimentos proviene del sector agrícola.

Países como El Salvador y Colombia, por ejemplo, cuentan con leyes para regular la pérdida y el desperdicio de alimentos e incentivar su donación, Guatemala carece de una normativa específica que supervise este proceso.

El diputado Héctor Aldana, secretario de la Comisión de Desarrollo Social del Congreso de la República, reconoció que la iniciativa de ley 6568 aún debe ser reforzada: “Hay que nutrirla y revisar los aspectos administrativos y logísticos relacionados con el traslado de los alimentos, ya que muchos productos tienen menos de una semana antes de su vencimiento. 

Se requiere una logística que garantice su consumo casi inmediato”, señaló.

Aldana subrayó que, aunque el tema no ha sido abordado formalmente desde la administración pública, y que existen organizaciones no gubernamentales que se dedican a recopilar y distribuir alimentos, es necesario fortalecer y estructurar mejor ese esfuerzo desde el Estado.

Amenaza para el planeta

Solo con considerar los 1.6 millones de toneladas de alimentos que se desperdician anualmente en el país, sin contar el 90 por ciento que se pierde antes de llegar al consumidor (durante la cadena de suministro), Guatemala se posiciona como el mayor generador de desperdicio alimentario en Centroamérica. 

Este nivel de pérdida resulta especialmente alarmante en una nación con altas tasas de desnutrición infantil. Pero el problema va más allá del hambre: también representa una amenaza ambiental profunda.

Según la FAO), el desperdicio de alimentos no solo representa una injusticia social, sino también una creciente crisis ambiental. La producción, el transporte y la destrucción de alimentos implican un uso intenso de recursos naturales como agua, tierra y energía. Cuando los alimentos terminan en la basura, como ocurre con la mayoría, todos esos recursos también se pierden.

La FAO advierte que el desperdicio alimentario es responsable de entre el 8 % y el 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a un clima inestable y a fenómenos meteorológicos extremos como sequías e inundaciones. Estos cambios reducen las cosechas, afectan su valor nutricional y alteran la cadena de suministro.

Más allá del hambre, la destrucción de alimentos es una práctica habitual por parte de empresas, que por falta de incentivos o regulaciones, optan por desechar productos antes que donarlos, destaca Ruano. 

Y concluye con una paradoja contundente: “En Guatemala, es más conveniente destruir la comida que donarla”.


Esta nota es producto del Diplomado Fundamentos de la Conservación de la Naturaleza, apoyado por la Fundación Luis von Ahn y Defensores de la Naturaleza, coordinado por Laboratorio de Medios. Los autores son los responsables del contenido.

Comparte este artículo:

Artículos relacionados

Familias de la aldea 15 de Octubre ahora cuentan con certeza jurídica sobre sus viviendas. Es resultado de un proceso municipal...

La municipalidad de Fraijanes indicó que la obra que provocó el deslizamiento en el kilómetro 24 sobre Carretera a El Salvador...

En al menos 18 puntos rellenaron baches en su calle de la aldea El Pino de San José Pinula. Los vecinos...