Organizaciones y ganaderos debaten la viabilidad del sistema silvopastoril, un modelo que busca regenerar áreas degradadas y reducir el impacto ambiental en Petén.

Por Ubaldo Ventura
Promover el sistema silvopastoril en Petén –una práctica agroforestal que combina la producción de árboles, pastos y ganado en un mismo espacio– es el objetivo de organizaciones como Rainforest Alliance, que buscan reducir el impacto de la ganadería en el departamento.
De acuerdo con Erick Martínez, su organización acompaña acciones para la conservación de la Reserva de la Biosfera Maya en Petén. Explica que han escuchado las críticas que reciben los ganaderos por talar árboles para ampliar las áreas de pastoreo. “Son vistos como los culpables de degradar los ecosistemas”, señala.

Esto, agrega, podría evitarse si optaran por modelos que generen menos impacto ambiental, como el sistema silvopastoril. “Podrían transitar de una ganadería expansiva a otra sostenible”.
Este modelo requiere la planificación y distribución adecuada de terreno, plantar árboles nativos de la región, aprovechar la materia orgánica para fertilizar el suelo y producir pasto. Con ello, se mejoran las condiciones del suelo y del agua, se conserva la biodiversidad y se contribuye a mitigar el cambio climático.
Toma su tiempo
Por su parte, Mynor Pimentel, propietario de la finca Gema, uno de los que impulsa este modelo, indica que para la mayoría no es una propuesta atractiva. Los ganaderos, explica, buscan inversiones que generen ganancias inmediatas y no en el corto plazo.
Los ganaderos deben invertir en acceso al agua, colocar cercas electrificadas que funcionan con paneles solares, sembrar árboles en el área de potrero y dividir el terreno en espacios pequeños para permitir la rotación del ganado.

Un sistema gana gana
Rosario Contreras, de la Fundación Propetén, defiende al sistema silvopastoril como una propuesta que impulsa el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación para regenerar áreas degradadas por la ganadería expansiva.
Señala que existen ganaderos interesados en hacer la transición y que, aunque el modelo silvopastoril no regenera el ecosistemas en su totalidad, ofrece beneficios alternativos: mitigar la emisión de gases de efecto invernadero, facilitr la filtración de agua a los mantos freáticos y producir madera. Además, permite criar el doble el doble de ganado en áreas más pequeñas.
Explica que, si bien en una hectárea de terreno pueden sembrarse mil árboles, enel sistema silvopastoril se siembran alrededor de 100. “Es mejor tener esos 100 árboles a no tener ninguno” asegura Contreras y también sostiene Erick Martínez.
Pimentel, sin embargo, asegura que, aunque el modelo cuenta con el respaldo del MAGA, prefiere no vincularse con entidades de gobierno porque no existe un seguimiento adecuado del Estado a las acciones positivas que se impulsan los distintos sectores.

Esta nota es producto del Diplomado Fundamentos de la Conservación de la Naturaleza, apoyado por la Fundación Luis von Ahn y Defensores de la Naturaleza, coordinado por Laboratorio de Medios. Los autores son los responsables del contenido.